Jarabacoa
está en pie de lucha para librar su segunda batalla ecológica. Taty Hernández.Impulsados por el carisma y energía del Padre
Rogelio Cruz, centenares de jarabacoenses se dispersaron en pie de lucha
gritando a viva voz: EL YAQUE NO SE VENDE...EL YAQUE SE DEFIENDE.
Este
domingo 3 de marzo, el sol besaba las montañas
con la calidez de un padre tolerante mientras una gran multitud se
congregaba a orillas del Río Yaque del Norte.
Justamente, en el amplio puente que le cruza para enlazar a la ciudad
con la inmensidad de la Cordillera Central.
Los hijos e
hijas de Jarabacoa, una tierra fértil y hermosa denominada “capital ecológica
del país”, se habían reunido de nuevo como hicieran aquel domingo 10 de
diciembre del año 2000 en una misa concelebrada por sacerdotes de las tres parroquias
locales.
Se
congregaron para agradecer las grandes bondades que la Madre Naturaleza le ha
otorgado a su "rinconcito sutil y encantador", a "la sede del
paraíso en la tierra", al "lugar donde duerme Dios".
Pero
también, lo hicieron una vez más para ampararse bajo el manto omnipotente del
Supremo Creador ante la espada de Damocles que pende sobre sus montañas.
Un nefasto
decreto presidencial que permite a seres desaprensivos y a empresas fabricantes
de disturbios empeñarse en el
enriquecimiento mediante la ejecución del proyecto hidroeléctrico Manabao -
Bejucal – Tavera.
Este plan
implica la desviación del Río Yaque del Norte, por 23 kms., desde la altura de
Los Dajaos hacia la cuenca del torrente Bao, razón por la cual Jarabacoa
perdería su principal fuente de vida.
Manabao -
Bejucal - Tavera violenta los procesos
legales ambientales sin importar que desaparezcan los procesos ecológicos
naturales renovables y otros que pueden tardar cientos sino miles de años en restaurarse.
Fue en el último cuatrimestre del año 2000 cuando, el
Xarabacoa de los taínos, enarboló la bandera verde. Se articularon hombres y
mujeres para defender al Río Yaque del Norte y con ello a toda la región.